LA MUNDANA – Barcelona
La Mundana es un restaurante que tiene el privilegio de tratarse de uno de los lugares más recomendados por la propia gente de la restauración. Un lugar sin pretensiones, que se puede definir como un gastrobar o bistronómic, en el que dos grandes cocineros con una extensa experiencia, Alain Guiard y Marc Martín, disfrutan experimentando con sabores muy diversos y elaborando una cocina con influencias culinarias universales.
El chef Alain Guiard es un rueda-cocinas con una trayectoria impresionante. En sus inicios tuvo la oportunidad de aprender con los equipos de trabajo de cocinas como las de El Bulli, el Racó de Can Habas y el Sant Pau. Posteriormente su trayectoria profesional se ha desarrollado entre Francia, Suecia y Cataluña en restaurantes como Pyramide, la Coupole, las Elysses du Vernet, Alain Ducasse, Fredsgatan 12, le Meridien Ra, Neit, Ábaco o Mandarin Oriental. En el año 2012 se instala en Barcelona y comienzan sus proyectos más personales como restaurador y empresario. Inaugura una hamburguesería, el Santa Burg, a Santos que en 2015 se amplía con un nuevo local en el Eixample.
Marc Martí es otro cocinero con el culo inquieto. Se forma en la Escuela Joviat de Hostelería y Turismo para pasar posteriormente por las cocinas del Risco, Martín Berastegui, le Meridien Ra, Ábaco, Hisop, el Faro, Zuma de Londres, Viajante Restaurante y Alma. En 2011 inicia una etapa en Barcelona para crear una línea de catering y ser el Manager del Santa Burg.
En 2015 ambos chefs deciden adquirir una pequeña vermutería del barrio de Sants. La pretensión inicial era que siguiera funcionando como una vermutería, con cuatro tapas y sirviendo conservas de calidad. La cosa se complicó, las tapas cogieron complejidad y, todo ello, el negocio evolucionó hacia lo que es ahora, un gastrobar de raciones de gran calidad gastronómica pensadas para compartir.
Situado en la calle Vallespir, el local es pequeño y estirado, no muy grande, y en general, poco confortable. Hay unas cuantas mesas al fondo del local y dos barras paralelas, una en la que te sitúas mirando a la pared y el otro en la cocina. Además, el espacio, es bullicioso y ajetreado dado que siempre está lleno. Pero todas las incomodidades quedan superadas por el alto nivel gastronómico que ofrece. La comida te hace olvidar la falta de confort.
L’oferta consisteix en una carta arriscada en la que trobes ostres, la partida freda, la partida calenta i els plats intocables, aquells que els clients no admeten que puguin ser retirats de la proposta. És una cuina global, sense barreres, en la que s’experimenta amb sabors de tot el mon, especialment del Mediterrani i japonesos, és una cuina mundana (del mon). Un lloc on pots demanar coses tant diferents com burrata fumada, un arròs, un bun de cua de bou o txangurro gratinat, i tot pensat per poder-lo compartir. La carta és curta però molt addictiva.
Es poden tastar creacions com els calamars asiàtics, arrebossats amb maionesa de kimchi un punt picants; l’ou sorpresa amb el rovell trufat, puré de patates i escuma carbonara; arròs de capipota amb anguila elaborat al forn amb socarrat; els buns de cua de bou i de carn de porc, entrepans japonesos amb farcit de cuina tradicional; el carpaccio de peu amb verdures i ous; o els daus de carrillera amb trompetes de la mort, curri vermell, blat de moro i magrana. Una cuina influenciada per sabors i tècniques de tot el mon, combinacions encertades de producte, textures, temperatures i coccions. En definitiva gastronomia d’alta volada.
- Me ha gustado:
La propuesta de la carta que cubre todas las expectativas.
Las influencias de cocinas diferentes con un resultado que no pierde las raíces.
La sensación de estar en un restaurante donde los cocineros se divierten imaginando platos.
La torrija-chuchos. Unos postres excelentes. - No me ha gustado:
Que el local es pequeño y poco confortable.
Que el restaurante siempre está lleno, con ruido y alboroto.